Me había peleado con el café,
me había peleado conmigo, pero encontré paz
a mi alrededor, en el bus y en el mundo.
La cucharadita de azúcar morena,
la iglesia y el atardecer,
La cucharadita de azúcar morena,
la iglesia y el atardecer,
sentía el aire muy amargo
veía con los ojos nublados, pero el corazón
aliviado.
Por Fernando Bermúdez Kuminev
veía con los ojos nublados, pero el corazón
aliviado.
Por Fernando Bermúdez Kuminev
1 comentario:
Nunca hay que pelearse con el café (:
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