¿Pero cómo explicarlo?
Sentía que había encontrado
al amor sincero, al verdadero,
que ya había logrado escapar
de aquel que me llenaba, y al final,
era vacío y me despojaba de todo.
Sabía de forma equivocada
lo que era la buena vida,
dormir a su lado y desayunar caricias,
besos, suspiros y placeres.
Me traicioné, me traicionó y me traicionaron,
el amor, ella y yo mismo...una vez más.
Por Fernando Bermúdez Kuminev
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