Hacia dónde y cómo

Hacia dónde y cómo

viernes, 1 de enero de 2010

1 de enero


Las calles solitarias,
donde solo deambulan
unas cuantas almas
a las tres cuarenta
de la tarde.
Me voy consumiendo
entre suspiros y cigarrillos,
extraviando recuerdos
como si fueran gotas
de lluvia cayendo
en el mar Egeo.
El café amargo,
el cigarrillo de vainilla y mis
dedos, índice y anular
un poco amarillos.
Tinta azul como el cielo
antes de amanecer,
24 grados y las manchas en el suelo,
las manchas en los adoquines
de las callecillas estrechas
de la ciudad solitaria.
Los edificios destruidos por
el tiempo, perdidos en
un espacio moderno,
desencajando como el escrito.

Por Fernando Bermúdez Kuminev.

Emociones

Las emociones que invaden mi espíritu son cada día más grandes y fuertes, me siento poseído por el placer, me siento atraído por el vicio, deshecho por el amor y vuelto a la vida por la libertad de haber podido escoger ese camino por el que voy hoy…
El mundo que creíamos ver no es ni la mitad de hermoso que ese universo que se esconde en nuestras miradas, en nuestras mentes. Ese animal que se esconde en nosotros, solo escapa cuando al fin dejamos las apariencias, dejamos a terceros por fuera y solo así podemos sentir, vivir como en verdad deberíamos. En realidad sentiríamos la realidad si nos dejáramos caer por una sola vez, cree en esos sueños, en esas ilusiones y en ese momento romperíamos el cristal y la realidad sería una vez más debajo del mar, la Luna sin explotar nos quemaría y arderíamos en fragmentos que al tocar el aire se hacen uno, convirtiéndonos en estrellas fugaces que atraviesan el cosmos.