Tomé una librete y escribí cosas sin pensar,
fluí entre un café y otro,
cuando me di cuenta estaba sentado frente a
La Soledad fumándome la "chinga" del cigarrillo,
me había extraviado entre ese San José que
conocía como mi mano...pero ¿cómo?
Pensaba en viajes al fin del mundo,
pensaba -aún- en ella de cierta forma y todavía
pensaba -aún- en ella de cierta forma y todavía
me quitaba de la parte de atrás de mi mente
fotografías que habían quedado colgadas como
fotografías que habían quedado colgadas como
recuerdos.
Me encontraba esperando una primavera que no
iba a venir, esperaba el florecer de los árboles y por
el contrario se caían las hojas,
ya esta vez no estaba lejos...estaba aquí.
ya esta vez no estaba lejos...estaba aquí.
2 comentarios:
...hay un tiempo para todo, el indicado
jajajaja cuando lei esto me vino a la mente este poemita:
Carlos Guido y Spano
¡Allá van! son hojas sueltas
De un árbol escaso en fruto;
Humildísimo tributo
Que da al mundo un corazón.
Allá van, secas, revueltas
En confuso torbellino,
Sin aroma, sin destino,
A merced del aquilón.
Esas hojas los ensueños
De la vida simbolizan,
Cuando puros divinizan,
La ventura o el afán;
Son emblemas de risueños
Devaneos que en su aurora
La ilusión virgen colora,
¡Y que nunca ¡ay! volverán!
¡Hojas mustias y sombrías!
ya las ramas que adornaron,
Tristemente se doblaron;
El pampero sopló allí.
Las agrestes armonías
Que otro tiempo al aire dieron,
De la tarde se perdieron
En la bruma carmesí.
Allá van, sí, desprendidas
Por las ráfagas de otoño.
Sin que dejen ni un retoño
En su tránsito fugaz;
¡Pobres hojas esparcidas,
Por el viento arrebatadas,
de las vegas encantadas
A que dieron sombra y paz!
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