Hacia dónde y cómo

Hacia dónde y cómo

miércoles, 30 de julio de 2014

Cuentos de bolsillo V

Íbamos en el carro hacia su casa, estaba un poco distraído, quería un cigarrillo.

Entramos en los barrios de la clase acomodada, anduvimos unos 20 minutos antes de llegar a la mansión, nos bajamos del carro y nos dirijimos a la entrada de la casa, Álvaro el oficial que me acompañaba era joven, le pregunté mientras caminábamos hacia el pórtico “¿por qué este trabajo?”

Abrieron la puerta cuando me iba a contestar. Era la guardaespaldas del otro día, solo que esta vez tenía una lencería provocadora, y los anteojos oscuros puestos.
-Buenas noches oficiales, pasen por acá.

La mujer nos guió hacia la sala.
-Pueden sentarse, la señora Zumbado vendrá en un momento ¿desean tomar algo?
El oficial que me acompañaba declinó la invitación, y me vi obligado a hacerlo también, pude haber tomado wisky.

Se abrió una puerta y escuhé los alaridos de una muchacha joven o tal vez una niña, al mismo tiempo se escuchaba el “¡Por favor!” de un hombre, escuché un latigazo y la puerta se tiró. 

"Me imaginé saltando del sillón y tomando el arma (del estuche bajo mi brazo), apuntándole a la guardaespaldas, mientras le hacía señas a Álvaro de que fuera a ver que sucede. Y se escuchaban unos tacones caminar alejarse rápido, no sabíamos donde estaban o hacia dónde iban, Álvaro salió de la sala en la que nos encontrábamos y en eso los tacones dejaron de sonar, se escuchó como se abrió una puerta y unos perros comenzaron a ladrar, parecía que corrían"

Parpadeé. 

La guardaspeldas nos volvió a ver:
-A la señora Zumbado le gustan las películas GORE en estas épocas, sin embargo en la sala de cine tenemos una gran diversidad y cantidad de películas, cuando quieran pueden venir.

Álvaro me volvió a ver con los ojos abiertos como una lechuza, en ese momento apareció la señora Zumbado.



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Emociones

Las emociones que invaden mi espíritu son cada día más grandes y fuertes, me siento poseído por el placer, me siento atraído por el vicio, deshecho por el amor y vuelto a la vida por la libertad de haber podido escoger ese camino por el que voy hoy…
El mundo que creíamos ver no es ni la mitad de hermoso que ese universo que se esconde en nuestras miradas, en nuestras mentes. Ese animal que se esconde en nosotros, solo escapa cuando al fin dejamos las apariencias, dejamos a terceros por fuera y solo así podemos sentir, vivir como en verdad deberíamos. En realidad sentiríamos la realidad si nos dejáramos caer por una sola vez, cree en esos sueños, en esas ilusiones y en ese momento romperíamos el cristal y la realidad sería una vez más debajo del mar, la Luna sin explotar nos quemaría y arderíamos en fragmentos que al tocar el aire se hacen uno, convirtiéndonos en estrellas fugaces que atraviesan el cosmos.