Hacia dónde y cómo

Hacia dónde y cómo

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Yo soy el Universo.


Detestable, que ganas de salir volando, simplemente despegar, no volver, pido 5 minutos, maldita sea el vicio negado, el alma atrapada, el sombrero que tapa mi cara recostado en la pared con ganas de moverme pero estoy entre espada y pared, estoy entre drogas y caer peor. Camino por las calles, pobreza, humo, desastre, en qué???NOS HEMOS CONVERTIDO, esta destruida la sociedad, mi vida, mi alma perdido sin causa, sin sueños.
Me siento mal...Pero algo cambia siento como vuelo, siento como despego que sueño, que maravilla una vez mas las nubes se ponen de colores y ya ahora si estoy lejos de eso, eso que me tortura todos los días, estoy lejos de ella, de sus ojos que me conquistan, estoy lejos de su cabello, de su pelo, de su olor, mis sentidos están dormidos y ya no se siente nada mas que el alama, que se convierte en parte del universo y las estrellas fugaces son las ideas que viajan por mi mente, el universo, por mi cuerpo, el universo, por mi EL Universo!

2 comentarios:

Eugenia (Daniella) dijo...

Excelente Fer...buen talento como siempre...así es, pareciera muchas veces que todo está perdido y que el universo no vale nada...los perdidos somos nosotros mismos pensando en eso, sin fijarnos en lo que el universo contiene, en la realidad de las cosas...crueles, muchas. Pero hay que vivir...y nunca dejar de aprender. Ud maneja su propio universo...ud lo vive como ud quiera, sin palabras ajenas...un abrazo!

Adriana Naranjo dijo...

Destrucción y renacer, me encanta el título...

Emociones

Las emociones que invaden mi espíritu son cada día más grandes y fuertes, me siento poseído por el placer, me siento atraído por el vicio, deshecho por el amor y vuelto a la vida por la libertad de haber podido escoger ese camino por el que voy hoy…
El mundo que creíamos ver no es ni la mitad de hermoso que ese universo que se esconde en nuestras miradas, en nuestras mentes. Ese animal que se esconde en nosotros, solo escapa cuando al fin dejamos las apariencias, dejamos a terceros por fuera y solo así podemos sentir, vivir como en verdad deberíamos. En realidad sentiríamos la realidad si nos dejáramos caer por una sola vez, cree en esos sueños, en esas ilusiones y en ese momento romperíamos el cristal y la realidad sería una vez más debajo del mar, la Luna sin explotar nos quemaría y arderíamos en fragmentos que al tocar el aire se hacen uno, convirtiéndonos en estrellas fugaces que atraviesan el cosmos.