Tomé una librete y escribí cosas sin pensar,
fluí entre un café y otro,
cuando me di cuenta estaba sentado frente a
La Soledad fumándome la "chinga" del cigarrillo,
me había extraviado entre ese San José que
conocía como mi mano...pero ¿cómo?
Pensaba en viajes al fin del mundo,
pensaba -aún- en ella de cierta forma y todavía
pensaba -aún- en ella de cierta forma y todavía
me quitaba de la parte de atrás de mi mente
fotografías que habían quedado colgadas como
fotografías que habían quedado colgadas como
recuerdos.
Me encontraba esperando una primavera que no
iba a venir, esperaba el florecer de los árboles y por
el contrario se caían las hojas,
ya esta vez no estaba lejos...estaba aquí.
ya esta vez no estaba lejos...estaba aquí.