Hacia dónde y cómo
martes, 2 de octubre de 2007
Venus
Mes de Venus, Venus estrellado, ojala así haya empezado la tragedia.
Fueron 24 horas donde no salí del cuarto,
donde concebí a mi ser,
donde me conocí al fin.
Fumar, dormir,
fumar, dormir sin nada más que hacer.
Las canciones que giraban y se repetían,
no había escapatoria,
ella me tenía atrapado,
estaba en un cámara secreta,
estaba cautivo,
estaba lastimado.
Pero mire por la ventana, ya era una vez más de noche,
me tenía que ir,
tenía que correr por la playa y conseguir a Venus,
tenia que contarle,
tenia que verlo con mis ojos.
Y lo vi... amanecer con estrellas,
¡Que maravilla!
Estaba exaltado, estaba excitado,
no me contenía,
pero no me resistí y me senté,
me senté a ver a Venus,
de mañana y en la playa.
Estoy bien...de nuevo.
Por Fernando Bermúdez Kuminev
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Emociones
Las emociones que invaden mi espíritu son cada día más grandes y fuertes, me siento poseído por el placer, me siento atraído por el vicio, deshecho por el amor y vuelto a la vida por la libertad de haber podido escoger ese camino por el que voy hoy…
El mundo que creíamos ver no es ni la mitad de hermoso que ese universo que se esconde en nuestras miradas, en nuestras mentes. Ese animal que se esconde en nosotros, solo escapa cuando al fin dejamos las apariencias, dejamos a terceros por fuera y solo así podemos sentir, vivir como en verdad deberíamos. En realidad sentiríamos la realidad si nos dejáramos caer por una sola vez, cree en esos sueños, en esas ilusiones y en ese momento romperíamos el cristal y la realidad sería una vez más debajo del mar, la Luna sin explotar nos quemaría y arderíamos en fragmentos que al tocar el aire se hacen uno, convirtiéndonos en estrellas fugaces que atraviesan el cosmos.
El mundo que creíamos ver no es ni la mitad de hermoso que ese universo que se esconde en nuestras miradas, en nuestras mentes. Ese animal que se esconde en nosotros, solo escapa cuando al fin dejamos las apariencias, dejamos a terceros por fuera y solo así podemos sentir, vivir como en verdad deberíamos. En realidad sentiríamos la realidad si nos dejáramos caer por una sola vez, cree en esos sueños, en esas ilusiones y en ese momento romperíamos el cristal y la realidad sería una vez más debajo del mar, la Luna sin explotar nos quemaría y arderíamos en fragmentos que al tocar el aire se hacen uno, convirtiéndonos en estrellas fugaces que atraviesan el cosmos.
1 comentario:
¿ A quién le dedicas ese poema?
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