En sueños estoy tan lleno,
acompañado de estos y aquellos
que en momentos pasados llenaron mi vida.
Despierto y me encuentro en el
fin del mundo, donde comienza uno nuevo
y el mío quedó tan atrás, que ni las
horas y días son los mismo...
Son consecuencias, son circunstancias,
son momentos que se llenan de mi,
de calles y bulevares, de sonidos,
olores y paisajes totalmente nuevos,
mis sentidos viven un éxtasis continuo.
Pero mi corazón, ¿él que vive?
el dejó de latir, el dejó de estar ahí
en el pecho y esta lejos...esta en mis sueños;
se quedó en los dibujos de la pared,
en los poemas de la mesa de noche y en las
fotos olvidadas...
¿Cómo llenar el vacío, si es del mismo
tamaño que el universo?
Por Fernando Bermúdez Kuminev