Que rareza, ese vacío en el estómago que siento, es como el miedo al salir corriendo de algo que lo sigue a uno, es algo parecido al sentimiento de cuando uno cae en la "Montaña Rusa" en el Parque de Diversiones, es casi como el sentimiento de cuando uno salta del columpio...
Las ideas están incompletas, ella es yo, yo soy ella, somos todos el mismo ser, ese misterio me atrapa. Inconsistentes dilemas son los que llenan la sociedad de hoy y en las minorías puede
que este la verdad, los pueblos abandonados, las culturas que han sido
sometidas, las manos siguen vacías y por desgracia
los estómagos de lo que será nuestro futuro están llenos de parásitos,
¿por qué?...
El cielo se ha teñido de tres colores, el cigarro no se ha terminado pero las formas en el cielo
son tan increíbles que estoy impresionado, quisera quemar el cielo como si fuera una pintura y que se
fundiera, que solo quedara el firmamento, el vacío con estrellas...verlo hasta poder descubrirlo, hasta poder
encontrar la salida.
Me confundo, me arrepiento, me salgo, vuelvo a entrar, vuelvo a salir, caigo y me levanto,
siento y dejo de sentir, es al revés pero tantas cosas ocurren como aquella vez...Las melodías
son tan preciosas, el poder de la música y el viaje, el pensamiento esta vez
fue más allá.
De este viaje yo me pregunto qué es verdad y qué no lo es...
Por Fernando Bermúdez Kuminev