"Tenía ganas de salirme un rato del mundo, particularmente ese día tenía ganas de irme y no sé, tal vez no volver nunca. Me pasaban tantas cosas por la cabeza y solo obedecí mi impulso, seguí ese deseo de sentir el frío del mar en mis pies, la arena caliente, ese olor y esa humedad en mi piel. Y así me fui caminando hacia el mar, hacia aquella esquina del mar."
Y así es como empieza mi nueva historia, donde intentaré describir mis sentimientos hacia ella, esa que conocí hace algún tiempo y en vez de olvidarla con el tiempo, ansío más y más las ganas de que nuestro momento llegue de nuevo.
Por Fernando Bermúdez Kuminev