Hacia dónde y cómo

Hacia dónde y cómo

martes, 13 de abril de 2010

Vai en 88



¡Bah!
Es cierto
puede que me haya enamorado
de la misma mujer como tantas veces,
pero es algo incontrolable...
La noche se había teñido,
estaba todo de colores brillantes,
música y baile,
cervezas, tragos, cigarrillos y
debo confesar, ella era una situación
a parte.
Los momentos se habían ido del tiempo,
ni siquiera la había terminado de conocer
cuando sentía amor y ganas de olvidarla
a la misma vez.
Odiaba cuando de repente se sentaba a
mi lado y al no estar preparado mi mente
quedaba en blanco viendo sus ojos,
recordando como era que me llamaba -yo- y transportando
ese instante perdido en el espacio,
al metro de Berlín a las 5:07 a.m o llevando
toda la situación de la cerveza, los cigarros, el baile
ella y hasta el mismo 88 de la entrada a un lugar
apartado al final de Creta, llamado Vai.
¿Otra vez estoy empezando a viajar?

Por Fernando Bermúdez Kuminev

Emociones

Las emociones que invaden mi espíritu son cada día más grandes y fuertes, me siento poseído por el placer, me siento atraído por el vicio, deshecho por el amor y vuelto a la vida por la libertad de haber podido escoger ese camino por el que voy hoy…
El mundo que creíamos ver no es ni la mitad de hermoso que ese universo que se esconde en nuestras miradas, en nuestras mentes. Ese animal que se esconde en nosotros, solo escapa cuando al fin dejamos las apariencias, dejamos a terceros por fuera y solo así podemos sentir, vivir como en verdad deberíamos. En realidad sentiríamos la realidad si nos dejáramos caer por una sola vez, cree en esos sueños, en esas ilusiones y en ese momento romperíamos el cristal y la realidad sería una vez más debajo del mar, la Luna sin explotar nos quemaría y arderíamos en fragmentos que al tocar el aire se hacen uno, convirtiéndonos en estrellas fugaces que atraviesan el cosmos.